PENSIONES: UN FUTURO INCIERTO

EL DRAMA DE LA PIRAMIDE POBLACIONAL AUMENTA

Las previsiones sobre población mundial, son preocupantes, ya que las mismas apuntan en que en el plazo de 10 años la población mundial puede colocarse en los 9.000 millones

En este sentido, el crecimiento poblacional es motivo de preocupación mundial. Sin embargo, este crecimiento no es homogéneo, se observan periodos de disminución y/o en aumento, a su vez, ha variado también de unos espacios geográficos a otros. Así por ejemplo en la India, en China (a pesar de la planificación familiar), o en África (el continente con mayor crecimiento), el aumento de la población se ha disparado, mientras que en Europa ha envejecido la población y ha disminuido el nº de nacimientos.

Seremos viejos y eso estará bien, porque ser viejo es algo a lo que aspiramos, sobre todo ahora que se vive más y mejor y porque la tercera edad ya no es una etapa marcada necesariamente por la soledad y la tristeza.

La tercera edad  ya es un grado y como tal debe tener su recompensa, traducida en bienestar y disfrute de la vida, una vida en la que ya se ven las cosas de forma más relativa, en la que se es menos joven, pero más sabio y esa sabiduría nos da más riqueza espiritual, mas paz y  felicidad. 

Porque hoy  incluso a los 80 puedes vivir con lucidez y disfrute de la vida.

Pero envejecer en los tiempos que se avecinan se va a poner feo. Cada vez hay más ancianos, y menos dinero para pensiones.

Dentro de 10, 20 años a lo sumo en España habrá más viejos que en ningún otro país, y un 40% de la población tendrá más de 60 años. El número septuagenarios no solo equiparara sino que superara en muchas regiones al número de adolescentes.

Y aquí el gran drama: la justa recompensa (pensión), que debiera correspondernos después de tantos años de trabajo, por habernos partido el pecho y habernos jugado la salud por jornadas maratonianas, al borde del estrés para entregar al país lo que mas nos exigió: trabajo y mas trabajo, resulta que no va a poder cumplir su sagrada tarea de protegernos económicamente. 

Disfrutar de una jubilación digna es un derecho que a todos nos asiste, después de tanto agobio laboral, pero este derecho esta empezando a peligrar, y no por la crisis sino por los gobiernos que tan mala política han hecho sobre crecimiento y planificación familiar.

¿Que familia  en las ultimas décadas se atreve con 6 u 8 o 12 hijos cuando los gobiernos han tenido la peor y mas irresponsable de las políticas en materia familiar siendo la mas baja en protección  de toda Europa?  Dejamos de apoyar a las familias numerosas y apostamos por las familias de un hijo y por las parejas de hecho y he aquí las consecuencias. Esto en Europa, porque en los paises subdesarrollados ocurre totalmente lo contrario, problema y contradición que nos arrastrará a todos como un huracán si no se le pone remedio.

Dentro de 20 años España tendrá mas ancianos que jóvenes, en 2030 se habrá duplicado la diferencia. Cada vez con el estado de bienestar se vive mas y en mejores condiciones, pero ¡Hay!, esto no durara y el jarrón terminara rompiéndose. 

Pero cuando la población mundial se dispara, pues el nº de habitantes ya ronda los 7.000 millones, cuando estamos en una recesión global y el nº de pobres aumenta por millares día a día, ¿cómo podemos pensar en aumentar la natalidad, sabiendo que condenamos a las generaciones futuras a un mundo desigual, donde  el 85% de la población va a estar sumida en la desesperanza, la pobreza y las dificultades para sobrevivir dignamente?

No habrá estructura productiva para  alimentar adecuadamente a esa ingente cantidad de habitantes  y mucho menos cobrar una pensión tras los largos años de actividad laboral. No habrá manos suficientes para sostener el equilibrio económico y alimentar a una población anciana que  doblara a la trabajadora, por muchos inmigrantes que se integren en el sistema. 

El colapso del estado de bienestar y seguridad social, parece más cercano que nunca y habrá que ir pensando ya de forma imperiosa en planes de pensiones y seguros de dependencia si queremos disfrutar de una vejez tranquila y sin penurias.

Es aconsejable entonces retrasar la jubilación? Pienso que si es voluntaria, si es procedente y necesaria.

Hoy cuando las familias numerosas son una excepción  y decrece paulatinamente el número de jóvenes, nos damos cuenta del desastre que se nos avecina, y es que nadie cayo en la cuenta de que muy pronto, la mayoría de la población española será vieja.

 Deben regularse las proyecciones de crecimiento demográfico, por aquellos organismos competentes, para evitar que un excesivo nº de habitantes, hunda a la humanidad en una hambruna difícil de soportar. Si el ritmo en los países  mencionados anteriormente, no se regula, significará que en el 2050 el nº de habitantes en la tierra supere los 28.000 millones, a todas vistas imposible de alimentar. 

No hay alimento ni energía suficiente para satisfacer las necesidades de esta ingente población y mucho menos darles la oportunidad en su vida para optar a un empleo o educación adecuadas y, en consecuencia disminuirán las posibilidades de poder criar a sus hijos en un mundo en paz y seguridad. 
Esto supone que un reducido nº de personas gozarán de un cómodo estilo de vida, mientras otras muchas vivirán en la pobreza, en la indigencia y se irán a dormir hambrientas cada noche

Pero según las previsiones si se reduce a 2 hijos por matrimonio o mujer, significaría que la población se estancaría, e incluso podría descender. Solo este tipo de regulación demográfica nos podría salvar.

 

Tiempos difíciles  se avecinan para los desheredados de la fortuna, para los asalariados que no puedan costearse un plan de pensiones, por eso es preceptivo que los gobiernos y las empresas empiecen a organizar el planteamiento de una nueva ley de pensiones que garantice el bienestar a una población que ha recorrido un camino a lo largo de su vida, llena de esfuerzos y sacrificio, para tener una compensación que les de tranquilidad y les asegure un bienestar lejos de miseria y penurias. 

Es un derecho, es un deber y es de justicia