miércoles, 1 de octubre de 2014

LA ECONOMÍA DEL MIEDO

EL PODER DÉSPOTA DE LOS MERCADOS


Si el Gobierno no sujeta las bridas de la oligarquía económica, regulando los mercados con mano ferrea, se desbocará, enviándonos a todos "otra vez" al abismo.

Con mas de cinco millones de parados, con una crisis galopante, con la recesión en puertas, con una diferencia de clases que cada día se agranda mas, con la enorme bolsa de pobreza que se esta creando, ante esa escandalosa bolsa de riqueza en manos de unos pocos, pocas esperanzas tenemos de darle la vuelta a la tortilla y solucionar los problemas, sobre todo económicos, que se ciernen sobre el ciudadano, una vez que ha desaparecido la clase media, porque el poder y la gloria esta en manos del único poder fáctico que queda: el mercado y este no entiende ni de sufrimientos, ni de ética, ni de principios, ni de oral, ni de pobreza ni de humanidad.

Si observamos detenidamente el actual estado de cosas, nos daremos cuenta, de que el mundo de las finanzas le ha ganado la partida al mundo político y ello conlleva un cambio radical en nuestra percepción de asumir de forma natural el drástico cambio que se avecina, un cambio donde el poder económico, vende, trafica, corrompe y llena  de una pestilencia los egoístas y deshumanizados designios de los oligarcas, difícil de soportar, pues ellos a fin de cuentas lo único que quieren es el poder y la gloria, el amor y el dinero, el cielo y la tierra.

Antes, el poder lo ejercían aquellos que lo depositaban en la boca de los fusiles, pero hoy ese poder, radica en el poder del dinero. Ni tan siquiera los cuatro superministros de la era Rajoy (Montoro, Soraya, Fátima y Luis de Guindos) cuando tras el primer consejo de Ministros, tuvieron que tragarse sus propias mentiras, su torpe cálculo y las patrañas que tuvieron que soltar para conquistar el poder. Se hartaron de decir que esta crisis solo se solucionaba bajando impuestos para estimular el consumo y crear puestos de trabajo. !!Toma castaña!! Nos han largao dos tazas los muy bribones.

¿Que ha pasado con ese decálogo de soluciones Sr. Rajoy? ¿Seguimos con la excelencia en la formación, para que nuestros médicos, ingenieros y matemáticos, se vayan directamente al paro o emigren a otros paises?¿No se olvidan las Universidades de impartir la enseñanza del chino o el árabe, el alemán, el filandes, el ruso, etc., como complemento indispensable para su actividad laboral, cuando tengan que emigrar en busca de trabajo a uno de esos dos países? Vamos hombre, no nos toques las pelotas Mariano.

¿Que le impide al Sr. Rajoy aplicar una política de austeridad en los gastos públicos, para reducir el déficit, no solo por la vía de los ingresos, mediante impuestos, sino por la contención de gastos? ¿Por qué se sigue con esa política suicida, de mantener los gastos superfluos en las administraciones, con derroche absoluto en instituciones, y altos cargos totalmente prescindibles? ¿Es que solo se va a atrever con los ciudadanos de clase humilde, trabajadores, funcionarios y pensionistas, recortando aún más los sueldos y las prestaciones sociales a los que menos tienen?

¿Tan grande es el poder de mercado, la economía, que trastocan la ética de los principios, por la ética del mercado, disimulándola, tras la responsabilidad, como hizo  el esquirol de Felipe Gonzalez o como hizo Zapatero el tibio?
Sí, hemos de reconocerlo, poderoso caballero es don dinero, compra, vende, trafica y corrompe, la mejor de las conciencias.

Ni políticos, ni militares, ni curas, quien manda hoy en el mundo es EL MERCADO, el capital y la banca y, estos tres jinetes del Apocalipsis, tienen de todo menos humanidad. Todo el que está fuera de este tenebroso y selecto club, por muy alto cargo que tenga, no vale nada y nosotros menos. Dantesco panorama.

Y sin embargo hace tiempo que se evidencia al capitalismo como una flor de ponzoñosa belleza en trance de descomposición, que no ha sabido administrar de forma coherente su política de mercado al permitir que se rompa el ciclo, porque el salario del trabajador ya no permite mantener el consumo necesario para mantener  el funcionamiento el engranaje del sistema capitalista. 

Una economía que siempre ha valorado a las personas como entes consumidores y que ahora irremediablemente, no son productivos y en consecuencia  los margina y excluye, no nos vale como sistema idóneo para garantizar el bienestar de las personas y mucho menos su futuro

Jodido lo tenemos compañeros, salvemos lo que nos queda en las urnas, eligiendo conscientemente y con acierto. Si nos equivocamos otra vez, las clases medias y bajas se hundirán en la mediocridad y la escasez.

No hay comentarios:

Publicar un comentario